Director: Dean Israelite
Guionistas:
Screenplay: John Gatins
Historia por: Matt Sazama, Burk Sharpless, Michele Mulroney, Kieran Mulroney
Protagonistas: Dacre Montgomery, Naomi Scott, RJ Cyler
Hace 24 años, en 1993, Haim Saban y Shuki Levy, crearon Power Rangers, una serie de televisión del género Tokusatsu (película o serie de televisión de acción real con un uso intensivo de efectos especiales), basada en Super Sentai Series (Super Escuadrón; Japón; 1971-2016). Desde ese entonces, diversos Rangers han pasado por nuestras pantallas, repartidos en 24 temporadas -prácticamente una por año, siendo la saga actual Power Rangers Ninja Steel– y tres películas. A los más veteranos, como yo, les pregunto ¿Se acuerdan de Mighty Morphin Power Rangers: The Movie (1995)?
Considerando todo este currículum, es bastante difícil que desde 1993 exista alguien que no se haya topado -y posiblemente enganchado- con los Rangers al menos en una generación, por lo que estos personajes han construido una masa de seguidores bastante importante, de variadas edades (me había sorprendido toda la gente que está participando por entradas en el sitio hasta que consideré este punto). Sin embargo, las generaciones más antiguas en su mayoría nos perdimos en distintos intereses y nuestras Morphin Coins quedaron relegadas al olvido en el cajón de los recuerdos.
Es entonces cuando Hollywood, en su afán del revival nostálgico, retoma la primera saga, Mighty Morphin Power Rangers, y anuncia la cuarta película: un reboot, pero de carácter más serio. No es que esta versión vaya a estar exenta de chistes (claro que tiene y algunos bien fomes), sino que cuenta con el tono aterrizado característico del cine -de héroes- actual. Algo que no es malo, dado que es de este apartado que agradecí contar con un grupo de adolescentes distintos, aún cuando conservan los nombres y algunas características, que traen a la memoria a los chicos de Breakfast Club por cómo y dónde se relacionan. Como también conocer los orígenes de Zordon (Bryan Cranston) o Rita Repulsa (Elizabeth Banks), y que ésta última sea algo más de temer.
Y es que, siendo que los orígenes del Tokusatsu se remontan a las películas de Toho Studios como las Godzilla vs Algo (Kong, Mothra, King Ghidorah, etc) y considerando que los episodios regulares de la serie reiteran esa fórmula, varios pensamos que el resultado del Reboot de los Rangers podía terminar en algo tan malo como Kong: Skull Island, narrativamente hablando, o su par del año 95, que como podrás ver en el trailer honesto de más arriba, representa uno de los temores válidos que podíamos tener con esta nueva película. Hay quien dijo por ahí que esta cinta se avergonzaba de sus orígenes, pero no concuerdo con dicha opinión. Es más, considero que Lionsgate construyó un mix decente entre el viaje del héroe y un capítulo -cualquiera- de la serie, llegando a un resultado que salva bien y que superó mis expectativas. Power Rangers Movie no llega a ser espectacular y es cierto que se mantiene en la media, que es previsible y tiene una cantidad significativa de clichés, pero logra mantener el interés del espectador e incluso a veces transmite la relación que se genera entre los protagonistas (aún me cuesta creer que me conmovió un ratito).
El resultado es un capítulo sobrio de la serie de antaño, con duración extendida, que cumple con los fans más acérrimos, quienes podrán ver más de algún guiño a la vez de toparse con Zords y efectos especiales bien realizados, al mismo tiempo que para con los neófitos de este universo; ellos entenderán todo y, probablemente, saldrán conformes.
Elizabeth Banks declaró que si le piden volver a interpretar a Repulsa lo haría con gusto, sin embargo a mi parecer, a menos que se peguen una arrancada tipo Logan del género para proporcionar algo nuevo y más interesante, es poco relevante lo que se podría entregar. Porque si siguen entregando más de lo mismo, podrían romper el molde y es mejor retirarse dejando un bonito recuerdo que insistir y convertirse en una verdadera molestia (Esta película uno la aguanta, pero una segunda parte igual no tiene sentido).
Por Peter Von Llantua