Es el personaje más popular de los X-Men, por ende era medianamente lógico pensar que el actor que lo interpretara lograría la categoría de “estrella del cine”. Ese fue el caso de Hugh Jackman quien nunca ocultó su cariño por su personaje. Por lo mismo hizo lo que estuvo a su alcance para cerrar su ciclo con Wolverine de la mejor forma posible. Recordemos que la saga X-Men ha sido sumamente irregular en lo que ha calidad se refiere y los Spin Off de Wolverine considerando este estreno fue de menos a más. Fox aprendió de los errores y viendo el éxito que fue Deadpool dio libertades creativas a la dupla Mangold-Jackman para dar un digno cierre al mutante favorito de todos.
Logan y Charles Xavier están viejos, algo sucedió que tanto los X-Men como el resto de los mutantes están aparentemente extintos. Quedan muy pocos y deben vivir intentando pasar los más piola posible. Logan trabaja como chofer de limusina tratando de ganar el suficiente dinero que le permita a él, junto con el anciano profesor, poder comprar un yate y “jubilarse”. Todo esos planes se irán al carajo cuando aparezca en escena una niña mutante, la cual es buscada por una organización que no sabemos que planes tiene para la nueva mutante.
Bajo ese argumento el director y guionista James Mangold nos arma un filme que toma mucho del western y las road movies, y poco del género de superhéroes. Nuestros personajes están viejos, cansados y ya no buscan salvar el mundo si no más bien sobrevivir en un mundo en que los mutantes son sólo historias de “fantasía” plasmadas en comics books. Logan chupa todo el día, ya no se regenera como antes y sabe que tarde o temprano tendrá que tomar la decisión de autodestruirse; por su parte Charles Xavier es ya un anciano, está enfermo y no puede controlar sus poderes los cuales pueden llegar a ser letales cuando pierde el control de ellos.
Me quedó un amargo registro de melancolía al ver a estos queridos personajes en lo que ha sido, durante 17 años, el ocaso de sus vidas; sin los seres queridos que los rodearon durante años y pareciera que nosotros como espectadores somos lo único que les queda en el mundo. Charles sabe que Logan lo cuida como un gesto de gratitud y con la aparición de la nueva mutante Xavier verá una oportunidad de darle a Logan un propósito para seguir adelante cuando el ya no esté.
Logan es la película Marvel más adulta hecha hasta ahora (Deadpool era una pelí violenta, no así adulta), sin el humor infantil que caracteriza los filmes de “la casa de las ideas”. Es violenta y aquí el CGI cumple un objetivo narrativo; tenemos escenas de acción brutales, pero lo que importa son los personajes y sus propósitos. Pudo haber sido perfecta, sin embargo tiene un par de clichés y algunos rípios que le restaron unos puntos a la hora de la evaluación final.
Aún así el resultado es más que satisfactorio. Sientes que es un cierre digno para los personajes y que difícilmente puedas ver a Wolverine personificado por otro actor que no sea Hugh Jackman. No tiene escena post-créditos así que no esperen más de la cuenta. Y para terminar podemos decir: Gracias amigos X-Men por los malos y en especial por los buenos momentos.
Por Claudio Adn