“A confesión de parte, relevo de prueba” es un axioma jurídico que, en esta ocasión, utilizaré para comenzar señalando que soy un gran fanático de la literatura que incluye a celebres personajes como Hércules Poirot, Miss Murple o el aún más famoso Sherlock Holmes acompañado siempre por su inseparable compañero Watson.
Lo anterior, que podría ser solo una revelación innecesaria de mi parte, cobra mucho valor a la hora de analizar una película como “Knives Out”. Obra dirigida por Rian Johnson (Looper, Star Wars: Episodio VIII) y que desde sus primeros planos se presenta como un homenaje al juego de mesa, que nos invita a descubrir cómo se lleva a cabo un asesinato. Con ese antecedente, esta película se transforma en una invitación a jugar, a intentar descubrir sus misterios y sumergirnos, en una historia que podría ser perfectamente protagonizada por alguno de los personajes mencionados, en el párrafo anterior.
Lo primero destacable de Knives Out, es que en ningún momento intenta esconder lo que es: una película en una habitación cerrada, donde se comete un asesinato y en la que todos los personajes son sospechosos. Con esa mezcla de ingredientes, la mente del espectador constantemente estará enfocada en tratar de anticipar el siguiente giro de la historia. Todo lo anterior, narrado con un ritmo frenético pero, que nos permite conocer claramente a cada uno de sus personajes y las distintas motivaciones que los convierten en potenciales sospechosos.
Otro elemento que eleva el interés en Knives Out es su gran reparto. Destacan Daniel Craig como el detective Benoit Blanc, Ana de Armas como Marta Cabrera (elemento central de la historia) y Chris Evans como Ramsom Drysdale. Junto a ellos, la cinta incluye a Toni Collette, Jamie Lee Curtis, Michael Shannon, Christopher Plummer y los más emergentes Katherine Langford y Jaeden Martell. Todos con suficiente tiempo en pantalla para mostrar sus cartas y hacerse parte de esta red de mentiras y traiciones.
En una historia como esta, donde todos son sospechosos, es muy necesario que los giros de la trama vayan siendo, dentro de lo posible, creíbles y cada vez más inesperados. Knives Out se las arregla para que su historia vaya creciendo con cada vuelco en su relato, mezclando atmósferas de misterio con momentos muy hilarantes y llenos de humor, a veces inteligente, a veces simplemente burdo (pero muy efectivo).
A todo lo mencionado en los párrafos anteriores debemos sumarle una muy certera mano de Johnson, en la dirección. Cada detalle está muy cuidado y el ritmo de la historia no decae en ningún momento. Adicionalmente, destacan las segundas lecturas que pueden hacerse de sus personajes. Representaciones de una América actual, que esconde detrás de buenas intenciones una cara mucho menos amable o el reflejo de una parte de la sociedad, que cree que merece los beneficios de haber nacido en el lugar correcto, sin hacer el más mínimo esfuerzo.
Knives Out es una historia que se va meter, sin lugar a dudas, entre los mejores estrenos de este año. Muy entretenida, dinámica y llena de muy buenos personajes. En donde constantemente se está desafiando al espectador a descubrir el siguiente movimiento. Al final, es una invitación para que todos juguemos a descubrir quién es el asesino, y en ese contexto, cuando todos estamos atrapados en su historia, el resultado no puede ser otro que un momento simplemente excepcional. Una joya.
Director: Rian Johnson Por: Keno Gallardo
Duración: 131 Minutos
Distribuye: BF Distribuidora