Anthony Hopkins es un actor con una carrera amplia y reconocida, con una sólida construcción de personajes. Considerando eso, Hopkins jamás decepciona, y a sus 78 años ya viene de vuelta. Por lo tanto, puede hacer lo que le venga en gana y siempre va a dar lo mismo, porque es Hopkins y a él le bancamos todo.
En la Mente del Asesino nos trae a este actor con una historia que entretiene sin grandes novedades. Aquí, Hopkins interpreta al médico John Clancy, quien posee un extraño poder paranormal que le permite ver situaciones sin haber estado ahí y anticiparse a los hechos. Sin embargo, después de la muerte de su hija por leucemia, el médico se mantiene recluido en su casa de campo, alejado del mundo. Es su amigo Joe Merriwether (Jeffrey Dean Morgan), agente de la FBI, quien lo trae de vuelta pidiendo su ayuda para resolver un caso de asesinatos en serie, en donde se requerirán sus especiales dones.
Hasta cierto punto de la película, la trama se parece demasiado a cualquier capítulo elaborado de CSI o Criminal Minds. Los personajes de Hopkins y Dean Morgan son estereotipos que ya hemos visto en otras producciones sobre crímenes y búsquedas. Si a esto sumamos la presencia de Abbie Cornish en el rol de novata reticente, tenemos los ingredientes perfectos para una película de este tipo.
El mayor problema de En la Mente del Asesino es el uso del tiempo. Quienes somos fans de las series policiales sabemos que en una hora tenemos tiempo de sobra para ver la exposición, desarrollo y resolución de un caso (en los capítulos de CSI Miami alcanzamos incluso a enterarnos de la vida privada de Horatio Cane, por ejemplo), pero en esta película hay momentos que se alargan innecesariamente. ¿Por qué es un problema? Porque la resolución y enfrentamiento de Clancy con el interesante giro de la historia es algo que podría haber ocurrido al menos 20 minutos antes y el resultado hubiese sido tanto mejor. Sólo por eso, y por el incomprensible deseo del director de llenar de luces de neón los sueños vívidos de Clancy (eeewwww, son feas esas tomas, derechamente feas), la experiencia de esta película no deja un sabor más agradable. Sólo la aparición de Colin Farrell pasada la hora y media de película nos permite repuntar y de alguna forma, mejorar y levantar este filme.
Pese a todo lo anterior, hay que decir que En la Mente del Asesino cumple cabalmente con lo que promete. No es extraordinaria, pero tampoco pretende serlo y si bien hubo elementos que debieron haber tenido mayor provecho, la película responde a su génesis. Sin embargo, mucho de esto tiene que ver con las correctas actuaciones de Hopkins, Dean Morgan y Farrell. Sólo gracias a ellos el filme es recomendable, pero si el interés es encontrar una historia nueva, este no es el camino.
Pero tú tranquilo Hopkins, a ti te bancamos todo.
Por Alepin