A propósito de una de mis extremas obsesiones personales.
Desde niña amé los cuentos, las narraciones de mi abuela, que mezclaba folclore con mitos e historias rediseñadas de boca en boca.
Luego el cine se convirtió en una gran pasión. Una fábrica de sueños personales, privados y maravillosamente sin límites.
Wesley Mortimer Wales “Wes” Anderson, nacido en Houston Texas (1 de mayo de 1969) , es un director de cine, guionista, actor y productor de películas, cortometrajes; que constituye para mí un ejemplo del cine como fábrica de sueños.
Anderson nació y creció en la ciudad de Houston en el estado de Texas y como todos los grandes cineastas, soñaba con hacer películas mientras veía todo lo que podía, en el cine de su barrio, en la tele en el video club y los pequeños ciclos cine arte. Grababa todo lo que sus ojos alcanzaban a ver en super 8. Y dirigía el grupo de teatro de su escuela.
Luego estudió filosofía en la universidad de Texas (quizás quería entender el imaginario del pensamiento humano), allí conoció a Owen Wilson, se hicieron amigos y se pusieron a escribir guiones. De allí salió su primer largometraje titulado Bottle Rocket. (que jamás he visto y es la única que me falta).
Su amistad con Owen Wilson continúa hasta hoy. De esta alianza surge Rushmore (Academia Rushmore, 1998) y The Royal Tenenbaums (Los Tenenbaums: 2001). Gracias a esta última en 2002 fueron nominados al Oscar como mejores guionistas.
Con los Tenenbaums comienza su éxito mundial. Nosotros los cinéfilos del mundo nos vimos sorprendidos por una personalidad clara y definida que cuenta historias cotidianas, profundamente humanas y con una espectacular belleza y composición estética.
Anderson desarrolla una imagen como un pintor, extendiendo su paleta de colores, disponiendo cada imagen en un contexto, lúdico y onírico. Todo minuciosamente planeado.
Sus personajes son tremendamente humanos. Para mí, reconocibles y queribles. Simpáticos y llenos de conflictos. Se parecen a mí.
Se parecen a nosotros. Esto provoca (al menos en mi) una empatía emocional y una identificación, que genera humor.
Una de sus frases más conocidas ha sido: “Quiero tratar de no repetirme. Pero al parecer lo hago continuamente en mis películas. No es algo que me esfuerce por hacer. Yo sólo quiero hacer películas que sean personales, pero interesantes para una audiencia. Siento que recibo críticas por colocar el estilo encima de la sustancia, y por los detalles que se atraviesan en el camino de los personajes. Pero cada decisión que tomo es la manera de sacar adelante a esos personajes.”
Anderson me cae bien.
Meticuloso, extremo, detallista, creador de mundos y universos.
Algunos de los nombres de los personajes en sus películas, sobre todo en La Academia Rushmore (1998), eran los nombres de sus compañeros de clase en la escuela privada St. John Martin (bromista el tipo ¿no?). Rushmore, me sorprendió.
Los Tanenbaum me parecieron una familia de locos, como la mía, como tantas que he conocido.
Con El mundo acuático de Steve Sizzou lloré en el cine, atragantada de belleza (Seu George cantando Spiders of mars de Bowie en un espacio de belleza infinita).
Decidí que quería viajar a Darjerling algún día, en esta o en otra vida, con ese hermoso juego de maletas…ojalá con mi hermano. Para reconstruir mi vida y mi historia.
En Moonrise Kingdom me reencontré con mis sueños de los 12 años, con la libertad como meta y el amor como camino. Con la eternidad que dura un segundo. Y la belleza eterna de la candidez.
Anderson cuenta cuentos: Historias bellas y sutiles. Divertidas, tristes; es capaz de mezclar la inocencia y la perversión con delicadeza.
Con el estreno de El Gran Hotel Budapest se ha demostrado que las películas de Wes Anderson tienen algo que las hace únicas pero ¿qué es? La verdad es que cuando la anunciaron, precedida de tan buena crítica y ruido de aplausos internacionales, me dio el típico miedo de que las expectativas fuesen desmedidas.
Pero no. ¡Wes la hizo de nuevo!
Creo que Gran Hotel Budapest es una obra maestra del cine actual. Graciosa, entretenida, con personajes queribles y hasta los odiables que te generan carcajadas y alguna empatía.
Trabaja siempre con los mismos grandes actores:
Angelica Huston, Owen Wilson, Bill Murray, Luke Wilson, Gene Hackman, Ben Stiller, Jason Schwartzman, Adrien Brody,Irfan Khan, Jeff Goldblum, Willem Dafoe, Cate Blanchet, Gwyneth Paltrow, Kumar Pallana, Seymor Cassel, Tilda Swinton, entre otros.
Esto genera una forma y un estilo de trabajo desde el oficio y la empatía, para lograr humanizar personajes que podrían parecer caricaturas si no estuviesen todos dispuestos a jugar el mismo juego.
¿Por qué razones Declaro mi amor eterno a Wes Anderson?
Obvio, un estilo, propio, personal, característico del autor hace que con sólo ver cuatro planos de una película suya la reconozcamos su mano, inevitablemente.
La pregunta siguiente es, pero ¿cómo ha conseguido semejante cosas?.
No me atrevo a responder, pero creo que hay por lo menos cuatro razones por las que asegurar que Wes Anderson es uno de los mejores directores de nuestros tiempos o, al menos, reconocer por qué sus películas son tan características:
1.- Es extremadamente meticuloso, cuidadoso en extremo. (tal vez un poco obsesivo)
Tanto la fotografía de todas sus películas a nivel plástico, como cada uno de sus planos nos direccionan hacia esta idea. Es como si cada una de sus escenas fuese pensada como una unidad de belleza.
Cada escenografía, cada uno de los decorados están pensados hasta el último detalle. Cada plano tiene una reflexión profunda antes de ser ejecutado y cada una de sus escenas tiene como máxima conseguir la ambientación perfecta para la narración de la película. Prueba de ello es su obsesión por la simetría y los excelentes resultados que le han reportado.
2.- No es convencionalista, más aún es tremendamente innovador y creativo.
No se debe confundir meticuloso con arraigarse con fuerza a los cánones preestablecidos. Todas las películas de Wes Anderson derrochan creatividad y todavía no me he encontrado con ninguna en la que no veamos un guiño técnico espectacular. ¿El más conocido? En sus primeras películas se prohibió a si mismo el uso del zoom-in , que ahora ha refinado mediante travellings. (francamente hermosos)
3.- No hace películas, hace cuentos
Todas las películas de Wes Anderson son en realidad cuentos cinematográficos. Y sí, muchos lo han intentado, pero son muy pocos los directores capaces de conseguir que una película sea mejor en la pantalla que en nuestra imaginación. Sabe fotografiar la ternura como nadie y darle movimiento. Y esto gracias a sus maravillosos guiones y a los dos puntos arriba mencionados.
4.-Tiene un sentido del humor sutil, inteligente y muy particular
Wes Anderson sabe jugar en uno de los terrenos más peligrosos y casi hacer películas “de fantasía” o directamente “ñoñas”. Pero como buen maestro de la compensación, no sólo busca el equilibrio de la simetría en sus planos, sino que trata de combinar un sentido del humor en ocasiones muy ácido. Y lo consigue.
Son cuatro motivos aunque, francamente, se me ocurren muchos más. Quizás es una opinión demasiado personal pero yo lo tengo claro: Wes Anderson es uno de los mejores directores de cine que conozco. (Y yo veo muchas, muchas películas).
Y eso que ni siquiera he mencionado la banda sonora de sus películas (que sinceramente, merece un gran análisis )
Por Sarita Ahumada Gallardo.
Filmografía
• Bottle Rocket (Ladrón que roba a otro ladrón, 1996)
• Rushmore (Academia Rushmore, 1998)
• The Royal Tenenbaums (Los Tenenbaums: Una familia de genios, 2001)
• The Life Aquatic with Steve Zissou (La vida acuática con Steve Zissou o Vida acuática, 2004)
• The Darjeeling Limited (Viaje a Darjeeling, 2007)
• Hotel Chevalier (cortometraje, prólogo a The Darjeeling Limited, 2007)
• Fantastic Mr. Fox (Fantástico Sr. Fox o El Fantástico Sr. Zorro, 2009)
• Moonrise Kingdom (2012)
• The Grand Budapest Hotel (El gran hotel Budapest, 2014)