Titulo Original: Lion
Director: Garth Davis
Guionistas: Saroo Brierley (adaptada de su libro A Long Way Home), Luke Davies (screenplay)
Protagonistas: Dev Patel, Nicole Kidman, Rooney Mara
Dos hermanos que viven en la india son miembros de una familia notoriamente pobre y es por eso que deben ingeniárselas para llevar alimento a la mesa. El mayor, Guddu (Abhishek Bharate), encuentra una oportunidad de trabajo y el pequeño Saroo (Sunny Pawar) insiste en acompañarlo. En el viaje a por este objetivo, Saroo se pierde y acaba a más de mil kilómetros de distancia de su hogar, sin saber cómo volver. Después de algunas tribulaciones, será adoptado por una familia Australiana. Veinticinco años después, Saroo (a esta altura de la cinta interpretado por Dev Patel) sentirá la necesidad de retornar a sus raíces y encontrar a su familia original.
Hablemos claro desde el principio: Un Camino a Casa es un drama basado en una historia real que no escapa de los convencionalismos del género. Si bien en su primera parte resulta atractiva, y en este apartado hay que destacar la notable actuación de Sunny Pawar; llegando a la etapa adulta de Saroo, la cinta pierde fuerza y se convierte en cualquier película de este corte que podemos ver en canales del cable cualquier día. Es una buena película en términos generales, eso no lo vamos a negar, pero tengo que ser más duro con ella porque está nominada a Mejor Película en los Oscar 2017 y sinceramente no se me ocurre otra razón que la intención por parte de la academia de ser políticamente correctos.
Es una cinta plana y lineal, que no toma mayores riesgos. Pudo explotar más lo de la pobreza que vivía la familia de Saroo, pudo explicitar -y no ponerlo como dato escrito- la terrible realidad de cuantos niños se pierden en la India cada año, pudo explotar la visión de la madre si se trata de ponerse lacrimógena, en fin… Pudo explotar muchas aristas, pero no hace nada de eso y es por eso que está falta de potencia.
Otra de las fallas que podemos encontrar en el filme es lo poco clara que resulta la repentina necesidad de Saroo por reencontrar sus raíces, le falta fuerza al sentimiento. Más allá de unas escuálidas apariciones, en su realidad, de la imagen que tiene de su hermano Guddu y del aislamiento que comienza a experimentar, su deseo de retorno nos queda como una especie de antojo repentino.
En otro ámbito, cierto es que llama la atención la fotografía, también nominada, pero parece ser que resalta porque los paisajes son hermosos más que por la intención de realizar un trabajo con esmero.
Un Camino a Casa entretiene y permite pasar el rato bien. No lamentarás haber pagado una entrada al cine por ella ni el tiempo invertido en verla, pero tampoco es una cinta que quede en la memoria. Y si hablamos de ponerla en una premiación que marca popularmente lo que es lo mejor del año, hay algo que no encaja, porque pese a las bondades que podamos encontrarle, si la enfrentamos a cintas como La La Land, Manchester by the Sea o la joyita que ha resultado ser Hell or High Water, hubo quizás un buen intento, pero honestamente está fuera de lugar.
por Peter Von Llantua