Directores: Dan Kwan, Daniel Scheinert
Guionistas: Dan Kwan, Daniel Scheinert
Protagonistas: Paul Dano, Daniel Radcliffe, Mary Elizabeth Winstead
Fecha de Estreno: 1 Julio 2016 (USA)
Swiss Army Man, cuyo nombre ha de ser una referencia a las navajas suizas -aquellas que son multiuso- dado el personaje de Daniel Radcliffe (Harry Potter, Horns, What If), es una cinta que está empezando a dar qué hablar.
De partida, este es su currículum:
- CPH PIX Film Festival 2016 nominó a los directores como “nuevos talentos”
- El Jameson CineFest – Miskolc International Film Festival 2016 la nominó al premio internacional ecuménico (Que pertenece o se refiere a todas las personas del mundo, a todos los países y a todos los tiempos)
- En Neuchâtel International Fantastic Film Festival 2016 gano el premio de la audiencia, el premio “imaginando el futuro”, el premio de la crítica internacional y fue nominada al Narcisse Award como Mejor Película
- Sundance Film Festival 2016 le dio el premio a Dirección en el género Dramático. Y fue nominada en el mismo género para el Grand Jury Prize
- Finalmente, en Sitges 2016 gana el premio a mejor película, y el de mejor interpretación queda en manos de Daniel Radcliffe (Mejor Actor).
Pero quizás no sea tanto por los premios que tiene, sino por su extravagancia, por lo cual llama tanto la atención. Para que sepas a qué me refiero, te dejo el trailer:
https://www.youtube.com/watch?v=nxs2Pr4D-Nk
Y es que si hay algo con lo que cumple la cinta de Daniels (nombre que representa a estos dos directores), es con su promesa de ser algo distinto de todo lo que hemos visto; la premisa es la siguiente:
Hank, interpretado por Paul Dano (Little Miss Sunshine, Looper, Ruby Sparks), es un hombre desesperado en una isla desierta que se hace amigo de Manny (Radcliffe), un cadáver flatulento y erecto, con quién decidirá partir en un viaje surrealista para llegar a casa, es decir, volver a la civilización.
Swiss Army Man es una película que a veces colinda con el mal gusto, pero no lo alcanza. Al principio te sientes bastante perdido con lo que estás viendo, sin embargo, logra ser simpática y sacar un par de sonrisas, a raíz de las cuales nos comprometemos con los dos personajes y las situaciones que atraviesan.
Las actuaciones son completamente verosímiles, y si bien el soundtrack es tan extraño como el filme, por lo mismo resulta muy acorde. Cabe mencionar que se abarcan temas como la masturbación, por lo que podría no resultar apta para todo público.
Más allá de lo evidente: Lectura personal
(para quienes la hayan visto, con SPOILERS)
Cuando terminé de verla, me quedó dando vueltas, me parecía que había algo por debajo y de pronto, esta idea emergió. Esto es una lectura, y como todo análisis, se cierne a mi propia apreciación.
Me parece que Swiss Army Man es una analogía a la historia del hombre como ente social, desde sus inicios, solo contra el mundo, pasando por su agrupación con otros y finalizando en la sociedad mundial, llegando a la globalización. Y es que, fuera de los diálogos, que nos dan la idea inicial de la soledad, la añoranza a la vida en pareja, a la amistad; hay cosas que llaman la atención más allá.
Hank se encuentra solo y no es que no disponga de alimento, sino que está tremendamente aburrido, al punto de considerar el suicidio. Es ahí cuando por casualidad del destino se topa con Manny, que en principio le incomoda – con sus flatulencias, “lo que no se debe mostrar a los demás”- y luego, de a poco, logran establecer un lazo que con el tiempo se transforma en amistad. He aquí que Hank se queda sin agua y resulta que Manny la produce y no creo que sea coincidencia la parte del cuerpo por la que sale: La boca, que es por donde el ser humano se comunica, la base de nuestras interacciones; es de esta parte que brota el elemento vital.
Hank abandona la idea del suicidio una vez que conoce a Manny, ambos dejan el sedentarismo, se hacen nómadas y aprenden a vivir en conjunto, abasteciéndose el uno al otro: la sociedad primitiva. Cuando emprenden el viaje hacia la sociedad actual, se guían con una brújula muy singular, el pene de Manny: El aparato reproductor es el que los guía a lugares más poblados (reproduciéndonos poblamos el planeta).
Entonces construyen historias y edificaciones, y establecen como meta llegar al hogar, la civilización; justo antes de alcanzarla se topan con su primer conflicto y con su mayor amenaza ante la cual terminan defendiéndose con las flatulencias de Manny, con lo indebido, lo escondido, lo que al hombre no le gusta mostrar según la visión del personaje de Dano: ¿no es algo similar a la guerra, dónde sacamos lo peor de nosotros? Y ambos resultan heridos, pero hacen las paces. Tras lo que logran su objetivo.
Y finalmente, llegan a su añorado hogar y se olvidan por un rato de ellos mismos, aquí Dano decide reconocer a su amigo y arrancan hacia sus orígenes (el mar, el lugar donde se conocieron, aún cuando no sea exactamente la misma playa), pasando por todo lo construido, todo lo abandonado, ¿es acaso una crítica a la globalización? Son atraídos por algo que se veía bonito -dónde están todos los demás humanos, donde vuelve la señal del teléfono y la comunicación a través de aparatos-, pero esta sociedad, este objetivo tan apreciado personificado en Sarah (Mary Elizabeth Winstead) no les reconoce, ni a ellos ni a sus orígenes. Manny, el muerto, el pasado, se aleja y es mirado por el personaje de Dano con cariño, en una escena donde el único que muestra algo de empatía es el único que tiene relación con el origen de Hank, su padre.
Esta es una lectura… y puede que en realidad la película no busque nada y me esté inventando historias, o puede que mi apreciación sea correcta, ¿Quién sabe? pero si hay un mensaje patente: comenzamos a vivir cuando encontramos al otro.
En definitiva:
Cito a Claudio -nuestro editor- para finalizar y coincido en que Swiss Army Man es a primera vista “escatologica y divertida. Pero rara”. Un filme que nos habla de la soledad del ser humano, y de las reglas que nos imponemos a nosotros mismos para vivir en sociedad.
La recomendación final es darle un vistazo, pues lo cierto es que no te dejará indiferente, te guste o no la película (en Sundance hay gente que abandonó la sala, en Sitges fue alabada).
La última palabra, como siempre, es tuya.