Steve Jobs (2015): Humanizar al Genio
La figura del creador de Apple y Mac, Steve Jobs, tuvo desde el principio todos los elementos para convertirse en un mito. Por lo mismo, no es de extrañarse que desde su muerte, el cine, la televisión y distintas biografías, autorizadas y no, hayan hecho el esfuerzo por desentrañar lo más profundo de este hombre que, por sus avances en la tecnología y el diseño, llegó a ser comparado con Leonardo DaVinci.
La película Steve Jobs, presentada el año 2015, es la materialización del cineasta Danny Boyle (Transpotting, Slumdog Millionaire) por dar a conocer a Jobs en medio de sus crisis personales, yendo más allá de lo que conocemos y alejándose de la figura adorada por los adictos a las computadoras de última generación.
Poco se habla en este filme sobre los éxitos y los logros del personaje, centrando la trama en la relación de Jobs con seis personas fundamentales en su vida: la madre de su hija, Chrissanne; Su hija Lisa, a quien no reconoció como tal hasta los 8 años; Joanna, su jefa de marketing y que opera sin querer como “voz de la conciencia”; Henry, ex jefe en Apple y encargado de despedirlo de dicha compañía; Woz, su amigo con quien inicia la revolución Apple y Andy, un antiguo colaborador que lo enfrenta desde lo público y lo privado.
Cada uno de estos personajes, desde sus propias motivaciones, resultan ser los ángeles y demonios de Jobs, quienes lo obligan a ir haciendo frente a los conflictos que presentan. Por esto, la película se plantea desde tres “actos”, los que coinciden con los lanzamientos más emblemáticos de Jobs: La Macintosh, The Cube y, finalmente, el IMac.
Hay dos cosas que saltan a la vista en el transcurso de esta película. Lo primero es el trabajo de complementariedad del guionista Aaron Sorkin con el director Danny Boyle, lo que nos entrega un filme de gran rapidez visual y de argumento, sin que se pierda el hilo de la historia en ningún minuto. Sorkin es un guionista reconocido, que ha mostrado un desempeño notable en otras entregas, como The Social Network y The West Wing, por lo que seguir su ritmo no debe ser fácil, y en ese sentido, se puede visualizar el respeto que Boyle tuvo por su historia.
Por otro lado, las actuaciones de quienes interpretan a los personajes principales, especialmente Michael Fassbender en el papel de Steve Jobs, nos permiten ir conociendo a cada uno de ellos en todos sus matices. Actores como Fassbender y Kate Winslet, quien interpreta a Joanne, nos han acostumbrado a desarrollar sus papeles magistralmente y este caso no es la excepción, pero aquí además, Seth Rogen, interpretando a Woz está sorprendentemente convincente, en un papel que le queda a la medida y que nadie más podría haber ejecutado.
Steve Jobs es una película que llega a cartelera chilena debiendo competir con súper estrenos como The Hateful Eight de Tarantino y próximamente The Revenant de González Iñarritú, por lo que corre el riesgo de pasar desapercibida. Sin embargo, no hay que dejarla de lado. La dupla Sorkin – Boyle nos entrega un filme precioso, que por momentos nos hace olvidar que ésta es una película biográfica, obligando al espectador a mirarse a sí mismo. Esa capacidad sólo la tienen los grandes filmes, y en la última entrega de los Globos de Oro, con sus premios a mejor actriz y mejor guion, quedó de manifiesto que la crítica especializada ya la está considerando como tal, y que puede ser uno de los nombres que brillen en la temporada de premios.
Por Alepin
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