Puta bida. Que te robe el estado, las AFP, las isapres, los pollos, el confort, la leche, el flaite de la esquina ya es algo de lo cual no me extraño y lo tomo como algo normal. Pero ver una película y sentir que me robaron es ya la gota que rebalsó el vaso. Ese sentimiento me dejó ver “Fuerzas Especiales 2”: alguien que se aparece, te pone pistola al pecho y te quita todo, dinero, ropa, neuronas y luego se retira en la más profunda impunidad.
Me parece súper bien que en Chile se estén haciendo películas, pero como diría un amigo “¡Por favor subamos el nivel!”. La comedia es un género difícil, hacer y decir estupideces en pantalla no es sinónimo de hacer buena comedia, los Monty Pyton hacían eso, pero siempre había un trasfondo, un mensaje, una crítica. En Fuerzas Especiales 2 lo único que la salva de ser caca seca y haber recibido el “honor” de ser algo peor que “Taquilleitor” o “Maldito Amor”, es que su director (Ernesto Diaz) y fotógrafo (Antonio Quercia) son gente que tiene talento, ahora no sé en qué estaban pensando a la hora de involucrarse en esta amalgama sin pies ni cabeza.
La historia es mas menos así: El cabo Salinas y Freire están en el grupo de fuerzas especiales de la policía, o sea los pacos que apalean en las manifestaciones. En una marcha estudiantil los envían como encargados del guanaco y… oh si, primer chiste, llegan con una llama a la manifestación oj oj oj casi me meo de la risa… Supuestamente el objetivo era la captura de un niño rata que era brígido y te lo pintan como el malo de la película yyyy nada, era solo la excusa para presentar a la mamá que termina siendo el interés amoroso del cabo Freire. Entre medio de eso el ex comisario Carboni (Ariel Levy haciendo de… Ariel Levy) como una versión cuma de Max Cady es puesto en libertad por buena conducta. En su salida de la cárcel queda en evidencia que busca vengarse de los cabos Salinas y Freire. Para esto les tenderá una trampa inculpando al cabo Salinas por un atentado ocurrido en la mismísima comisaria. Ah! y como línea argumental secundaría, nos enteramos que al cabo Salinas no se le para el palito con su novia (Loreto Aravena), pero sí con un peluche enorme, lo que dará al final una escena de sexo perverso que… ¡Dios por favor mátenme ahora!.
El gran problema que tenemos aquí es su guión, lo deben haber escrito en media mañana. No tiene sentido por ninguna parte, lo que debería ser cómico da sueño (me pegué un tuto a mitad de película), los personajes son planos a cagar y el desenlace da vergüenza ajena. Se los voy a graficar: Spoiler El Max Cady versión cuma ha capturado al Cabo Salinas y a la mamá del niño rata, a ambos les colocó una bomba y le entrega el detonador al cabo Freire quien deberá decidir quién vive o muere. Al huir nuestro Max Cady se encuentra con un personaje que es una suerte de paco Terminator con el cual se enfrentan en quizá la mejor escena de la película. Mientras tanto El Cabo Freire y el niño rata están con el detonador tratando de resolver como salvar a Salinas y Mamá niño rata. Llaman al paco Terminator por que el debería poder solucionar el problema. Vemos en cámara lenta como el paco T100 corre en su ayuda, de la nada Freire y niño rata se ponen a pelear con lo cual el detonador sale volando por los aires. Esperamos que paco T100 llegue a salvar el día (cosa rara porque es un personaje ultra secundario), el detonador cae en cámara lenta, creemos que no pasa nada y PUM explota mamá de niño rata. Niño rata llora… Escena siguiente vemos a Mamá niño rata completamente enyesada. Fin Spoiler.
Ese es el nivel del guión y tiene cosas peores. Al terminar la película hay bloopers en medio de los créditos lo cual indica que es un intento final para que el público se ría de algo, el problema es que ni eso funciona. Olvidé decir que se habla de una tercera parte (bale berga la bida).
No se si habrá algo mas irónico que una película de policías te deje el sentimiento que te robaron. Por mi parte sólo puedo terminar diciendo “Buenos días, Buenas tardes…buenas nochezzzz”
Por Claudio Adn