Siempre es bueno ver cine chileno, bueno o malo, siempre es bueno.
Puede uno verse reflejado en la pantalla, así como nuestra idiosincrasia, nuestra forma de ser, que pareciera ser única pero tenemos mucho en común, con mexicanos, peruanos, argentinos etc.
Lo de argentina viene a colación, ya que esta película es una coproducción Chileno Argentina, no es la primera y ojalá no sea la última. Lo bueno de esto es que ayuda a la difusión y distribución de la película en América y Europa.
El título de esta película hace referencia a unos dulces típicamente chilenos, que se sirven generalmente en invierno.
Esta película está basada en la novela del escritor chileno Jaime Hagel Echeñique Calzones rotos (2002), que relata la vida de 5 mujeres que viven en una casona antigua en el Valle de Colchagua a principios del siglo pasado. Matilde, la matriarca, sus tres hijas solteras y la más joven, una adoptada. Matilde está muriendo, motivo por el que llegan a la casa sus dos nietos, uno de ellos con su esposa norteamericana.
Con la eminente muerte de la Matriarca de la familia Matilde, hace venir al cura del pueblo, es ahí donde Matilde le cuenta en confesión un montón de secretos, que le van poniendo el toque de comedia negra a esta película.
La película se hace a ratos muy agradable y divertida, todo esto se va mezclando con el pasado y presente de los protagonistas.
Hay momentos que en que me recuerda mucho a otra película chilena “Julio comienza en Julio”, sólo porque muestra costumbres similares de los hacendados chilenos, de la época.
Sin ser una gran película, les hará pasar un rato muy agradable, y pensar que el empoderamiento de las mujeres chilenas no viene de hace un par de años, sino de principios del siglo pasado.
por Freddy Morales