Remake casi-calcado de la cinta argentina del 2008, Un novio para mi mujer, sobre un hombre (Fernando Larraín) que aburrido de su “apestosa” mujer (Javiera Contador) busca la forma de separarse. Para eso contrata a un conquistador de mujeres retirado (Daniel Muñoz), para que seduzca a su esposa y por fin poder librarse de ese tormento que es su matrimonio.
Diego Rougier director Argentino-Chileno responsable de otro remake, la serie Casado con Hijos, está a cargo de la puesta en escena de esta comedia sobre cómo llevar la relación de pareja; Ambos tienen un matrimonio de mierda y no son capaces de comunicarse y buscar cómo solucionar sus problemas de pareja, Nata (Contador) canaliza sus frustraciones siendo una “hater” insoportable y Daniel (Larraín) no es capaz de ponerse la pantalones y enfrentar una situación que para él es insostenible y, como buen hombre que no toma decisiones, recibe el consejo de sus amigos que desde la vereda del frente solo ayudan a apagar el fuego con bencina.
Los puntos a favor que tiene la cinta es que no abusa del sexo (no hay ninguna escena) o del garabato para intentar sacar la risa fácil, lo cual es tónica en el cine nacional. La historia es redonda y cierra bien sin caer en el cliché del cine americano a la hora de resolver comedias del tono románticas. La música a cargo de Pablo Ilabaca está bien marcada por el tono de la música de Los Ángeles Negros y funciona bien como acompañamiento en la historia.
Sus puntos débiles están en el desarrollo de los personajes. Los secundarios son simples caricaturas de los típicos amigotes que tiene el hombre y su función es solo generar las situaciones “cómicas” del relato; salva el personaje de Daniel Muñoz como un seductor semi retirado y que nos demuestra que es algo más que el Juan Herrera de los 80s. En relación a los protagónicos, Fernando Larraín hace la “gran” Ryan Gossling y está todo el metraje con cara de pena y desgano haciendo de su personaje, citando a Alepín, “más plano que sus chalas”. La que levanta la cinta es Javiera Contador, en su personaje de mujer sin propósito en la vida y extremadamente apestosa en un comienzo, su personaje está bien trabajado a nivel de guión y se ve que es el único que evoluciona, lo cual lo hace el más interesante.
Me había sorprendido gratamente está película comparándola con lo que se hace en el cine criollo últimamente en el género comedia, pero al ver que es un remake a la pata de la película argentina antes nombrada, le quité algunos puntos considerando que no aporta algo nuevo en relación a su cinta clon. Recomendable para parejas que tienen problemas de relación.
Por Claudio Adn.