Director: Alex Anwandter
Guionista: Alex Anwandter
Protagonistas: Sergio Hernández, Andrew Bargsted, Jaime Leiva
Daniel Mauricio Zamudio Vera fue un joven chileno que falleció producto de ser atacado y torturado con motivos homofóbicos en el Parque San Borja de Santiago por un grupo de personas – presuntamente neonazis- el 2 de marzo de 2012. Este hecho causó conmoción en la sociedad chilena y abrió el debate sobre la homofobia en el país.
“Nunca vas a estar solo” se basa en este hecho para armar su estructura base. Pablo es un joven homosexual, interpretado por Andrew Bargsted, que hace su vida normal, estudia baile, va a las discotecas y sale con su amiga. Él vive solo con su padre, Juan (Sergio Hernández), quien hace vista gorda de que su hijo sea gay -más que cualquier cosa, por su propia comodidad- y se preocupa de llevar el sustento de la casa. Determinado día, unos chicos homofóbicos atacarán a Pablo, momento desde el cual la angustia inundará la vida de esta pequeña familia.
El filme intenta además abarcar distintas realidades con las que nos topamos en Chile, si prestamos atención hablaremos de lo caro que es la Salud, de las Isapres, de la alienación como personas que experimentamos respecto de este tema y del resto de las personas, etc. Sin embargo, a pesar de reconocer como espectadores la presencia de estas temáticas, éstas no logran dejarnos marca. El tema principal es el único que nos carga un poco los hombros.
Ambos personajes, Pablo y Juan, están el tiempo suficiente en pantalla como para que los entendamos completamente y, si bien todas las actuaciones son apropiadas, es Sergio Hernández quien se lleva todos los premios, pues nos hace sentir el pesar del padre, su desesperación, su rabia, con un desempeño que me resulta notable.
La idea se central es tácita y está bien desarrollada, las actuaciones cumplen, pero algo en “Nunca vas a estar solo” no cuaja. ¿Será acaso que el montaje visual queda al debe? O quizás ¿faltó ahondar en el desarrollo? No me queda del todo claro, pero pasa la factura a Alex Anwandter el hecho de que este sea su primer filme. Tal vez con un poco más de experiencia logre pulir su técnica y aprenda a proyectar la importancia necesaria a los temas que aborda.
No obstante, “Nunca vas a estar solo” es una buena película, mi tema con ella es que pudo ser más. Si bien el peso del tema flaquea, suple sus falencias con una de las virtudes más valoradas a la hora de hablar de cine, nos hace sentir. Logra crear sentimientos proyectados en sus espectadores. Nos da pesar por el padre de este muchacho, compenetrándonos en sus sufrimientos, sus preocupaciones y sus problemas, incluso llevándonos a pensar muchas veces: “pobre viejo”, a la vez que indigna que actos de violencia de este calibre se hayan dado y continúen ocurriendo en nuestro país y en otros lugares del planeta.